Cada año, el 18 de febrero y el 16 de abril, la Iglesia católica honra a Santa Bernadette Soubirous, la joven vidente de Lourdes a la que se apareció la Virgen María en 1858. Estas fechas son esenciales para los fieles y peregrinos que se reúnen para rezar y celebrar la vida humilde y ejemplar de esta santa francesa. La fiesta del 18 de febrero corresponde a la fecha en que, según la tradición católica, la Virgen prometió a Bernadette: "No prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el otro". En cuanto al 16 de abril, marca el aniversario de la muerte de Bernadette en 1879 y es la fecha oficial de su fiesta litúrgica.
Fiesta de la Virgen de la Paz.
La vida de santa Bernadette Soubirous
Bernadette Soubirous nació el 7 de enero de 1844 en Lourdes, en el seno de una familia modesta. Su vida estuvo marcada por las dificultades, en particular la pobreza y la enfermedad. En 1858, cuando sólo tenía 14 años, recibió 18 apariciones marianas en la gruta de Massabielle. La Virgen María se le presentó como la "Inmaculada Concepción", dogma proclamado cuatro años antes por el Papa Pío IX.
Tras estas apariciones, Bernadette ingresó en 1866 en las Hermanas de la Caridad de Nevers, donde pasó el resto de su vida en oración y al servicio de los enfermos. Murió de tuberculosis el 16 de abril de 1879, a la edad de 35 años. Su santidad fue reconocida por la Iglesia y canonizada el 8 de diciembre de 1933 por el Papa Pío XI.
Las celebraciones de la fiesta de Santa Bernadette
La fiesta de Santa Bernadette se celebra con fervor en Lourdes y en otros lugares de peregrinación dedicados a la santa. En Lourdes, se celebran misas especiales en la basílica que lleva su nombre, así como en la gruta de Massabielle. Los peregrinos acuden a rezar ante su estatua, encienden velas y piden su intercesión.
A menudo se organiza una procesión de antorchas en su honor, recordando su papel como testigo de las apariciones marianas. En Nevers, donde yace su cuerpo milagrosamente conservado, se celebran servicios religiosos y vigilias de oración en el convento de Saint-Gildard, donde vivió como monja.
Significado e influencia espiritual
La fiesta de Santa Bernadette es mucho más que una simple conmemoración: recuerda a los creyentes la importancia de la humildad, la fe y el servicio a los demás. Bernadette, a pesar de su corta edad y su falta de educación, permaneció fiel al mensaje de la Virgen y aceptó los sufrimientos de su vida con valentía y resignación.
Aún hoy, su ejemplo inspira a muchos fieles, especialmente a los enfermos y a los más desfavorecidos. Lourdes se ha convertido en un lugar de peregrinación mundialmente conocido, que atrae cada año a millones de peregrinos en busca de curación, consuelo y espiritualidad.
Conclusión
La fiesta de Santa Bernadette Soubirous es una oportunidad para redescubrir la sencillez y la profundidad de su fe. A través de sus apariciones, Lourdes se ha convertido en un símbolo de esperanza y milagros. Al celebrar a Bernadette, la Iglesia recuerda a todos los creyentes que la santidad es accesible a todos, sean cuales sean sus circunstancias. Esta fiesta perpetúa así el mensaje de amor, humildad y oración que hizo de Bernardita una figura intemporal del cristianismo.