Los pastores fueron de los primeros en contemplar la gloria de Dios en Jesús recién nacido en el pesebre. Su fe sencilla y su profundo asombro son fuente de inspiración para todos los que buscan acercarse a Cristo con un corazón humilde y sincero. He aquí una oración de los pastores al Niño Jesús, una invitación a poner nuestras vidas ante Él con confianza.
Oración de los pastores al Niño Jesús
Oh Niño Jesús, luz del mundo,
Nos acercamos a ti como los pastores,
Con el corazón sencillo y lleno de asombro,
Para contemplarte en el pesebre,
Tú, el Hijo de Dios venido entre nosotros.
Te ofrecemos nuestras vidas, nuestras alegrías y nuestras penas,
Como los pastores te ofrecieron sus alabanzas.
Acepta nuestras oraciones y nuestros corazones,
Por humildes que sean,
Porque sabemos que tu amor es infinito.
Señor Jesús,
Tú que naciste en la pobreza y la humildad,
Aprendenos a reconocer tu presencia
En las cosas sencillas de la vida.
Ayúdanos a buscarte no en la grandeza,
Sino en el amor y la verdad.
Así como los pastores siguieron la llamada de los ángeles,
Ayúdanos a seguir tu luz
Y a caminar por la senda de la fe.
Llena nuestros corazones de tu esperanza,
Y haznos testigos de tu paz.
O Divino Niño,
Te pedimos por los más vulnerables:
Los pobres, los olvidados, los solitarios.
Ayúdanos a tenderles la mano con generosidad,
Como los pastores compartieron su alegría al verte.
Señor, aumenta en nosotros el asombro
que sentimos en esta noche de Navidad.
Que siempre sepamos alabarte y darte gracias,
Como hicieron estos pastores llenos de fe.
Por último, Niño Jesús,
Quédate con nosotros, habita en nuestros corazones,
Y guíanos cada día de nuestra vida.
En tu inocencia y tu luz,
Encontramos la verdadera paz y el amor.
Con fe y humildad, te alabamos,
Tú, Rey de reyes,
Nacido en un humilde pesebre para salvar al mundo.
Amén.
La oración de los pastores al Niño Jesús es un sencillo pero profundo acto de fe, que nos recuerda que Cristo se revela primero a los humildes y a los corazones abiertos. Al recitar esta oración, nos unimos a estos primeros testigos de la Natividad en la adoración y el agradecimiento a Jesús por haber venido entre nosotros.
Amén.