Señor todopoderoso y amoroso,
En este bendito tiempo de Cuaresma, me dirijo a Ti,
Con el corazón abierto y el alma deseosa de encontrarte.
Dame la gracia de hacer de estos cuarenta días
Un camino de conversión, purificación y renovación.
Señor, enséñame el silencio interior,
Para que en el recogimiento oiga Tu voz.
Ayúdame a abandonar los ruidos del mundo
Y a encontrar en la oración un refugio de amor y paz.
Enseñadme la humildad del ayuno,
Que mis renuncias no sean en vano,
Sino que se conviertan en testimonio de amor,
Uniendo mi debilidad con Tu fuerza infinita.
Señor de misericordia, abre mis ojos
Al sufrimiento de mis hermanos y hermanas.
Inspírame generosidad de corazón,
Para que pueda compartir con los que carecen,
Y que la limosna se convierta en un acto de verdadera caridad.
Padre, purifica mi corazón y mis pensamientos,
Ayúdame a reconocer mis faltas,
A pedirte perdón sinceramente
Y a perdonar a quienes me han herido.
Haz de mí un instrumento de paz y reconciliación.
Señor, que esta Cuaresma sea para mí
Un tiempo de luz y de verdad,
Un camino hacia la Pascua donde, renovado por Tu amor,
pueda celebrar con alegría la victoria de la Vida.
Te ofrezco mis debilidades y mis esfuerzos,
Con la certeza de que Tú estás ahí, a mi lado,
Guiando mis pasos hacia Ti,
Fuente de toda gracia y felicidad.
Amén.